Adoro pasear las ciudades. Aún no sé si me gusta más pasearlas que vivir en ellas, a lo mejor soy más del rural. O no, tal vez no.
Las ciudades son fascinantes por muchas cosas, por sus edificios, por sus museos, por sus plazas, por sus parques, por sus callejones sin salida, por sus calles anchas, grandes vías y por sus cortafuegos, pero sobretodo son fascinantes por las personas que habitan en ellas y por las relaciones que se establecen entre ellas.
Tengo en la lista de imprescindibles un libro, La ciudad invisible de Italo Calvino, lo leeré. Pero además tengo en la agenda de “Seguir” y atender a unos cuantos que entienden la ciudad, cada uno a su modo, y la explican y la viven y buscan la convivencia. A estos los puedes encontrar en el nuevo número de Conversas, Conversas nº4. La ciudad.