Continuando con la serie de lugares que pasandesapercibidos, me vuelvo a detener en Oporto. Esta vez, el lugar es más habitual en las rutas de los turistas, pues estamos en la zona cerca de la Ribeira, callejeando por detrás de la Sé. Es decir, en pleno corazón de una de las zonas más castizas de Oporto.
El paseo desde la Sé hasta la Ribeira es una pendiente que combina escaleras y calles empinadas, todas ellas estrechas. Y de repente, si uno alza la vista antes de descender unas escaleras que van a dar a la Rua do Barredo se encuentra de frente con un ventanuco enrejado cubierto por un tejadillo y con un farol que promete iluminarlo al caer la noche. Encima se puede leer, Senhor da Boa Fortuna. Y después del pormenorizado análisis descubrimos que el señor de la buena fortuna ha dejado su lugar privilegiado… quizá se cansó de pasar desapercibido o de darle la espalda al Douro (río Duero).
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| El nicho vacío del Senhor da Boa Fortuna en la Rua do Barredo, parroquia de São Nicolau. Oporto. LeleSorribas2012 |
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