El Encuentro Economía y Cultura celebrado la semana pasada en la Ciudad de la Cultura en Santiago de Compostela no podía, llevando este título, eludir hablar de la relación que la cultura y la empresa pueden desear. La sesión concebida para este debate se llamó Cooperación entre agentes culturales y el tejido empresarial y participaron en ella Uqui Permui, diseñadora de Uqui Cebra; Juan Paz, brandmanager en Hijos de Rivera S.A. Estrella Galicia, Pia Areblad, directora de arte en Tilt y Roberto Carreras, consultor en estrategia online de Plan B.
Cada participante definió a partir de su experiencia y de su proyecto la relación que establecen entre la cultura, la creatividad y la empresa.
Para Uqui Permui el diseño es una de las actividades más claras en las que se puede establecer la colaboración entre la empresa y el artista. Ella misma realiza diferentes proyectos dentro de esta área y en todos ellos dice ser fundamental no trabajar para la empresa, sino con la empresa e involucrarse con cada departamento.
Juan Paz definió dos proyectos muy concretos en los cuales la empresa de la cual es brand manager se ha beneficiado de la cultura. El producto 1906 de Estrella Galicia se ha beneficia de realizar varias intervenciones para relacionar la marca a un estilo de música concreto, para ello han organizado festivales callejeros, conciertos en locales y los aspectos positivos de esta relación revierten en ambas direcciones; por un lado en la imagen de la propia marca, y por otro en los artistas que bajo este mecenas pueden hacer circular su trabajo.
Pia Areblad rompió el hielo con el público poniéndolo en posición Tilt, una posición de balile, ella es bailarina y actualmente con este proyecto mezcla la danza con la intervención en empresas de muy diverso tipo para desarrollar las capacidades creativas de ésta, puesto que el artista puede leer entre líneas, ver cosas que desde dentro de las empresas no se ven, afirmó Pia. Tilt, compañía sueca ubicada en Gottemborg, crea proyectos de inmersión de artistas en empresas que cambian las relaciones entre los trabajadores, llevan a la empresa a relacionarse con la creatividad de una forma diferente, lo cual se traduce en mejoras de comunicación y en innovación.
Roberto Carreras quiso recalcar el verdadero protagonista de todo esto (refiriéndose al Plan B) es el artista. Y a partir de ello, comenzó a desglosar los beneficios que los desarrollos tecnológicos han traído a la música, la música es mucho más accesible que antes, el producto no ha perdido valor, lo que hay que hacer es buscar otras formas de llevarlas a cabo. El Plan B es una consecuencia directa de estas opiniones firmes de Roberto Carreras y otros artistas para desarrollar carreras musicales basándose en las redes sociales y entornos 2.0. La industria musical se hunde, pero crece el consumo digital, dice Roberto.
Las conclusiones de la sesión versan sobre qué caminos son más beneficiosos para unas industrias, qué modelos colaborativos, qué formatos… pero no existe ninguna duda en que la relación entre la cultura y la empresa es una relación beneficiosa en las dos direcciones.