
Texto y fotografía: Elena Sorribas.
Las redes sociales lo inundan todo. La teoría de los seis grados de separación* entre dos personas se reafirma y cada vez tenemos acceso a más personas con menos clics de distancia.
Las redes sociales, según define Manuel Moreno, creador y editor de TreceBits, son “espacios en Internet en los que la gente se relaciona, con objetivos muy diversos, dependiendo de la temática de la red o de la finalidad para la que se creó”. Pepe Souto de La Cacatúa, las define como “plataformas digitales que permiten y facilitan las relaciones entre personas”. Por tanto, la diferencia entre las redes sociales físicas y las virtuales es simplemente de capacidad y rapidez de contacto.
Las oportunidades que surgen alrededor de redes sociales como Facebook, Twitter, Tuenti, Linkedin, Xing, Foursquare, para las empresas y para las personas, son el tema “in” del momento; están de moda, pero para quedarse. Muchos ya se han subido al carro, han empezado a moverse por las redes sociales y ya están conversando, porque como dice Pepe Souto “apartarse de Internet es como apartarse de la realidad”. A raíz de ello, surgen nuevos modelos de negocio, nuevas formas de trabajar y nuevas salidas profesionales.
Nuevas figuras y más colaboración
La figura del Community Manager, es una de esas nuevas profesiones, que nacen al amparo de las redes sociales virtuales. Un Community Manager es un gestor de las comunidades (de la empresa, de proyectos, o de marcas), es la voz de la empresa en las redes sociales, con todo lo que ello implica. Manuel Moreno afirma que “ahora mismo, en esta época de crisis, es el perfil más demandado en los portales de empleo”. Pero, no solo la figura del Community es protagonista en este mundo de Internet, también cobran relevancia las profesiones del desarrollador de contenidos, del analista de resultados, del posicionador, del especialista en marketing digital…
El nuevo modelo de trabajo se apoya en las redes de colaboradores y en proyectos coordinados entre varios. O en palabras de Pepe, “más que un nuevo modelo de trabajo, creo que Internet ha traído consigo la posibilidad de trabajar desde cualquier parte del mundo para cualquier parte del mundo”.
El crowdfunding consiste en proponer proyectos o ideas de negocio para reunir un grupo de trabajo; por medio de una red social, proyectos y personas adquieren mayor difusión. Por ejemplo, el programa Emprende promovido por la Xuntade Galicia y la Comisión de Coordinación y Desarrollo del Norte de Portugal, tiene como misión facilitar los contactos entre jóvenes emprendedores de Galicia y Portugal para que puedan desarrollar sus proyectos.
Trabajar en la nube, Cloud Computing, es otro de los nuevos conceptos que se están instaurando en el lenguaje empresarial y profesional. Todo lo que se necesita está en la red sin importar desde donde se trabaje. No hace falta tener programas en propiedad, se pueden contratar servicios de alquiler de los programas para trabajar en la red. Igualmente, no es necesario tener todo almacenado en el ordenador, es posible almacenar en servidores en Internet y de este modo tener acceso a la información desde cualquier lugar.
Pero cuidado, este acortamiento de las distancias y de los tiempos, “puede parecer muy goloso”, advierte Souto, “pero la realidad es que las premisas de organización y productividad son las mismas de siempre y el trabajo hay que hacerlo, en el momento que sea y desde donde sea”.
Además, estas nuevas formas de trabajo y de relacionarse implican prestar mayor atención a la seguridad y a la protección de datos. El Instituto Nacional de Tecnologías dela Comunicación realiza informes periódicos sobre esta materia para ayudar a los usuarios, pues esta mayor disponibilidad desde cualquier parte, y la mayor capacidad de compartir, implican nuevos riesgos sobre los que estar alerta.
*La teoría de los seis grados de separación fue propuesta por Frigyes Karinthy. Algunos teóricos la consideran una leyenda urbana por falta de pruebas consistentes. Pero esta teoría afirma que cualquier persona está conectada a otra por, como máximo, cinco intermediarios, es decir, seis enlaces.