Buscando un concepto de ciudadanía II. Las teorías liberal, republicana y comunitaria.

Los filósofos y teóricos todavía hoy mantienen abierto el debate de la moralidad, del bien y del mal, de la igualdad.
Rawls, intentando definir la justicia, consiguió llegar a una definición para la ciudadanía. El concepto converge en una verdadera espiral de connotaciones muy subjetivas con pocas trazas de alcanzar un consenso. Rawls es criticado por utópico y por los límites que supone para una ciudadanía en la actualidad.
La ciudadanía no es estática como teoría y evidentemente tampoco es estática en la práctica, aunque la evolución en la práctica vaya siempre por detrás de la teórica.
Para centrar teóricamente el concepto yo centraría la discusión entre tres teorías y sus posibles combinaciones.
Teoría liberal, teoría republicana y teoría comunitaria.
La teoría liberal es aquella en la que los ciudadanos tienen unos deberes y unos derechos que son ejercidos en el orden político y social; según Haberlas esta es la ciudadanía pasiva.
Para Haberlas existe una ciudadanía activa que sería la que define la teoría republicana. Esta teoría define a los ciudadanos como los participantes en la generación de las decisiones políticas en el orden social.
Esta misma distinción entre ciudadano activo y pasivo fue introducida por Kant, que distinguía como pasivo a aquel que tiene libertad e igualdad. El ciudadano activo sería el que posee libertad, igualdad e independencia.
La teoría comunitaria incluye los vínculos sociales, culturales e históricos; entiende que es de este modo como, únicamente, se puede entender la conducta humana.
En la actualidad hay un cruce de críticas vivo generado por comunitaristas y liberales.
Los comunitaristas critican a los liberales la flaqueza de las relaciones planteadas a partir de la cooperación de los individuos para la obtención de ventajas mutuas. Los liberales critican que una sociedad no puede usar como base una concepción particular del “Bien”, éste se debe ajustar por el derecho.*
Determinar cuál de las teorías es más acertada y hacer prevalecer una sobre otra lo creo tan complicado como necesario. Es preciso gestionar los derechos, los deberes, la participación en la toma de decisiones, las libertades, las políticas de igualdad, las políticas de integración, las políticas de convivencia… Y garantizar este contexto a los ciudadanos, cosa que según Bobbio es el gran problema de nuestros días.
Desde mi punto de vista y, ante tan compleja teorización y puesta en práctica, lo que no debemos perder de vista es que la ciudadanía sirve para servirse a sí misma y para corresponder con voz y acción ante los poderes, aunque éstos vayan cambiando de manos.
* El debate contemporáneo de la ciudadanía: liberales vs comunitaristas. Luis Fernando Villafuerte Valdés

Bibliografía

Gershon Shafir. The citizenship debates. A reader.

Alberto Aziz Nassif. Sinopse de The Citizenship debates. A reader.

Gerard Delanty. Citizenship in a global age. Society, culture, politics.

Herman R. van Gunsteren. A theory of citizenship. Organizing plurality in contemporary democracies.

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